Por: Jesus Padilla
SE FUE EL AMIGO, SE MARCHÓ EL COMPAÑERO,
TONO CABRERA, EL EJEMPLO VIVO DE LA HONRADEZ, EL CARÁCTER Y LA HOMBRÍA, IN
MEMORIAM
Cuanto
me cuesta escribir estas letras, que parecen esconderse tras el papel,
aturdidas por el dolor, quizás sorprendidas por el prolongado silencio al que
les ha sometido el escritor. Pero bien vale la pena mojar de nuevo la hoja con
la azulada tinta, si la escritura sirve para despedir a un amigo con el que
tuve el placer de departir en muchas ocasiones pausadas conversaciones, conversaciones
que ocuparon ese tiempo ocioso al que siempre hemos llamado" tiempo libre"
a pesar de que encadena más que el del laboro eterno.
Hace
ya quince años que le conocí en esta Vega de San Mateo. Su espigado y
corpulento cuerpo me sorprendió, sus grandes manos, cuando estrecharon las mías
en el saludo, escondieron en el apretón el protocolo y el saluda, pero
eternizaron desde ese momento la admiración que sentí por un hombre ejemplo
vivo de honradez, de carácter sobrio, de hombría inigualable que supo llevar
hasta su último aliento.
Que
sea el tiempo quien escriba su memoria, quien realce su figura, esa que decía
era espigada y corpulenta, llena de
bondad y buenos sentimientos al fin y al cabo murió como el quería, con la
cabeza alta, con su inquebrantable orgullo soportado por las columnas de su
honradez, baluarte de una vida dedicada al servicio público como trabajador
incansable y funcionario de carrera en el Ayuntamiento de la Vega de San Mateo
donde ha dejado, para siempre, una huella difícil de borrar, imposible de
superar, pese a los esfuerzos de quienes, desgraciadamente, no supieron valorar
el contenido humano, profesional y cualificado de quien dio todo por su pueblo y
sus vecinos, quizás porque nunca podrán estar a la altura del genio, de la
figura de un hombre insuperable en casi todo, quizás porque esos que quisieron
defenestrarlo no veían más allá de dos palmos de sus narices que la honradez y
la lealtad a su pueblo, la que tu tenías, ni se compraba, ni se vendía.
¡Que
ejemplo distes!
¡Que grande eras!
Tono
Cabrera, el que ocupa este modesto artículo de opinión, era ejemplo de valores
de decencia, hombre recatado, razonable, justo y honrado, cualidades humanas
innatas en quien era escrupuloso con las normas y respetuoso con las leyes,
lado opuesto, a sensu contrario, de los que torturaron su vida sin conseguir
doblegarla, ni quebrantaron esa voluntad de hierro que le hizo superar la
adversidad con fortaleza, templanza, justicia y prudencia, elementos que no
tenían, ni tienen, esos que, cobardes, quisieron ponerle de rodillas. Hoy
agachan la cabeza porque, sin levantar un dedo contra ellos, tu ejemplo, en la
vida y en la muerte, les llena de vergüenza, la poca que les queda.
No
repicaron campanas, ni flores llevaron a tu duelo, solo una rosa roja sobre tu
ataúd plasmó la sencillez de tu despedida, la de cientos de vegueros y vegueras
que reconocieron tu valía, que estuvieron junto a ti hasta darte sepultura en
el pueblo que tanto querías y por el que tanto suspirabas.
Que
amor profesabas por tu tierra, por tu Roque Nublo querido, al que cantaste,
junto a tu familia, hermanos, esposa e hija y esos inseparables amigos, minutos
antes de tu adiós, de tu despedida ... "Sombras del Nublo, altar de tu
tierra amada...".
Te
marchastes amigo mío como tenía que ser, con tu orgullo, tu honradez, con ese
corazón enorme que Dios te dio para que hicieras por quienes menos tenían. Que
grande eras Tono, que grande eras amigo.
Quiero
dejarte estos humildes versos para quien nació campesino y en el calor de su casa,
juntos a sus seres queridos, como campesino murió.
Descansa
en paz y a los que tanto daño te hicieron perdónalos, porque no saben lo que
hacen ... aunque lo hicieron ¡¡Pobres infelices!!
No
es más ciego el que no ve, sino el que no quiere ver.
LA MUERTE DE UN CAMPESINO
Gira la rueca de la vida
hila el telar en mis sueños
canta el jilguero en la rama
huele el romero en el campo
Vivo la vida despierto
trabajando en el telar
oyendo cantar al jilguero
en la rama del romero
que crece frondosa en el campo
Se frena mi vida
todo se acaba
el cantar del jilguero
la rueca cuando pasa
Cuando pasa tejiendo mi vida
apagando mi esperanza
vivo y muero en el campo
en el campo y en mi casa
Jesús Padilla
Adiós Tono Cabrera, adiós amigo de todos, adiós amigo del
alma, adiós amigo mío.
Requiescat in pace, descansa en paz en esa vida eterna.
VEGUEROS S.M.